La respuesta siempre está en la naturaleza

Salía el otro día un poco preocupado de una reunión de trabajo con unos clientes en la que no había obtenido los resultados que esperaba. Esta situación se unía a la incertidumbre general que estamos viviendo últimamente debido al covid 19 y que tiene unas consecuencias a nivel económico que todavía nadie acierta a pronosticar. Iba inmerso en mis pensamientos en el coche cuando salía del parking, y al llegar a la barrera de salida me percaté de una pequeña planta que en el piso -1 y rodeada de asfalto, hormigón y humo de coches había conseguido nacer, desarrollarse y crecer.  Su tallo alcanzaba ya fácil los 30 centímetros.

Aunque en un principio no le di mucha importancia a este hecho, al cabo de unos diez minutos conduciendo, y cuando deje a un lado esas preocupaciones laborales, me di cuenta te lo mucho que tengo que aprender naturaleza para el día a día. La Naturaleza tiene un objetivo y lucha para conseguirlo lo que haga falta y a diario.

En el caso de la planta que te contaba, está claro que su único propósito en la vida es ese, vivir, crecer, ascender. y así lo había hecho y lo estaba logrando pese a todas las dificultades que el entorno le estaba planteando. Esto es exactamente a lo que me refiero cuando digo que tenemos mucho que aprender de la naturaleza, de los seres vivos, de los árboles, incluso del sol, de las estrellas o de las nubes.

Para que haya un bello arco iris, primero tiene que llover. Cuando el agua de una ola se ha propuesto atravesar a un sitio, no hay diques lo suficientemente fuertes que se lo impidan. A la oscuridad de la noche le sigue la luz del día invariablemente. La nobleza y la calma que puedes encontrar en cualquier mamífero nos encierra ni en la más noble de las personas.

Si te fijas, te darás cuenta de cómo todo nuestro entorno sobrevive en un bello equilibrio y nos da constantes lecciones de vida. Basta con mirar con atención y tomar ejemplo.